top of page

El viento que nunca llegó: la deuda pendiente de los parques eólicos en El Sosneado

En 2017 todo parecía encaminado: El Sosneado iba a convertirse en un polo de energías limpias con un parque eólico de 25 aerogeneradores, una potencia de 50 megavatios y promesas de duplicar esa cifra.

 

ree

Se habló de una inversión de 70 millones de dólares, capaz de abastecer a más de 100 mil familias. Pero siete años después, el proyecto se transformó en un símbolo del olvido: ni Orel (la adjudicataria original), ni Akuo Energy (que tomó la posta después), ni la propia EMESA lograron concretar nada.

 

Los planes alternativos —Aliwen y Huayra— también quedaron congelados pese a contactos con capitales mexicanos y chinos.

 

Hoy, los parques eólicos siguen siendo solo papeles archivados en la carpeta de proyectos de EMESA, mientras Mendoza reorienta sus apuestas hacia la energía solar, con ejemplos concretos como Agua del Toro en San Rafael.

 

En El Sosneado, lo que alguna vez fue anunciado como una revolución verde, quedó reducido a promesas arrastradas por el viento.

Comentarios


bottom of page