Conservas en jaque: el durazno no despega y la ciruela salva la campaña

El sur mendocino encara la nueva temporada con más dudas que certezas. Las conserveras todavía acumulan stock de durazno sin vender y el precio actual —un 40% más bajo que el año pasado— no alcanza a cubrir costos: una lata se ofrece a $1.200 en góndolas, cifra que refleja un mercado interno saturado y sin margen de rentabilidad.

En contraste, la ciruela aparece como la única luz de esperanza. La demanda externa, especialmente desde Asia y Brasil, abre una ventana de negocios que podría mejorar con un dólar más alto.

Aun así, productores y agroindustrias se enfrentan al desafío de sostener una campaña marcada por costos crecientes, precios deprimidos y la incertidumbre de un futuro cada vez más ajustado.