El obispo Mazzitelli pidió una Iglesia que camine junto a quienes “la cultura de la indiferencia ha vuelto invisibles”.

San Rafael celebró este 24 de octubre la fiesta de su patrono, el Arcángel San Rafael, con una jornada de profunda fe y compromiso comunitario.

La procesión partió desde la parroquia Nuestra Señora de Lourdes y culminó con la misa en la Catedral, presidida por el administrador apostólico, monseñor Marcelo Mazzitelli.

Durante su homilía, el obispo instó a fortalecer una pastoral “renovada y servidora”, capaz de escuchar los gemidos de las vidas heridas y acompañar a los más necesitados, especialmente a quienes “la cultura de la indiferencia ha vuelto invisibles”.

Agradeció el trabajo de Cáritas, Noche de la Caridad, Grávida y las pastorales sociales, destacando que su tarea “es mucho más que llevar un plato de comida: es abrazar historias con nombre y rostro”.