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De San Rafael a Alaska en moto: la Increíble aventura de Valeria y su perrita Uma


Valeria Nuñez Quevedo dejó su negocio y su vida en San Rafael para recorrer en moto junto a su perrita Uma el continente americano. Desde Bolivia decidió que su destino final sería Alaska en 2027.


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Con una simple moto para trasladarse a su negocio en San Rafael, Mendoza, Valeria nunca imaginó que terminaría emprendiendo una aventura que la llevaría a recorrer las Américas hasta Alaska. Lo que comenzó como una solución práctica para el estacionamiento, se convirtió en una pasión y un estilo de vida que comparte con su fiel compañera Uma, una perrita que ha hecho de cada kilómetro un recuerdo inolvidable.


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“Yo empecé a andar en moto hace un poquito más de cuatro años. La idea no era empezar a viajar ni nada, solo necesitaba un vehículo para ir a mi trabajo y evitar buscar estacionamiento”, recuerda Valeria. Pero apenas 10 días después de adquirir su moto, descubrió su amor por la velocidad y la libertad que le otorgaba.


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A los dos meses ya estaba recorriendo la Patagonia argentina, en un viaje que, recuerda: “me voló la cabeza”. Durante tres años y medio, Valeria alternó entre su vida en San Rafael, donde tenía un negocio de suplementos deportivos, y sus escapadas por el país.


El sueño que creció: de Colombia a Alaska

En 2023 decidió que quería más. La idea inicial era llegar a Colombia, pero el dilema era claro: no podía imaginar el viaje sin Uma, su perrita. La solución llegó en forma de una butaca adaptada para su moto. “Cuando la subí, fue como si ella hubiera estado esperando toda su vida ese momento. Le encantó, le gustó muchísimo”, cuenta Valeria.


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El 27 de diciembre de 2023, con Uma bien equipada con antiparras y pañuelo, salieron rumbo al norte. Al llegar a Bolivia, Valeria tomó una decisión crucial que le daría un giro de 360 grados a su vida. "Me di cuenta que esta vida era la vida que quería", asegura. Fue así que decidió vender su negocio en San Rafael y extender el viaje hasta Alaska.


“No quería tener la cabeza a medias entre Argentina y el viaje. A partir de que cerré la puerta de mi casa y largué la llave por la ventana, renuncié a toda mi zona de confort, a todas mis comodidades, a todo lo conocido", rememora conmovida. Desde entonces, Valeria y Uma han aprendido a vivir cada día como una aventura. “No ha habido un solo día en el que me arrepienta de haber tomado esta decisión. Para mí es lo mejor que he hecho en mi vida,” afirma.


Uma, su fiel compañera, es mucho más que una mascota, es su compañera de viaje. “Para mí, Uma es mi familia. Viajar con ella hace que todo sea extremadamente mejor,” relata emocionada. La logística del viaje se organiza en función de las necesidades de Uma: horarios para evitar el calor o el frío extremo, lugares pet-friendly y alimentación especial.


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El arte de desapegarse y vivir con poco

Para Valeria, parte del aprendizaje de este viaje ha sido dejar atrás las ataduras materiales. “Vendí casi todas mis cosas. Ahora vuelvo a San Rafael a vender lo que quedó, porque tengo pensado llegar a Alaska en 2027 y regresar a Argentina recién en 2029 o quizás 2028. Me encanta esa imprevisibilidad”, confiesa.


La vida nómada también le ha enseñado a disfrutar la soledad y la simpleza. “Aprendés a vivir con poco y te sentís abundante todo el tiempo. Dejás de tener la necesidad de comprar y acumular cosas. Hoy en día disfruto muchísimo de mi soledad, la valoro y hasta la necesito,” reflexiona.


Con el horizonte marcado en Alaska, Valeria y Uma siguen explorando día a día, sin prisa pero con la convicción de que están viviendo su mejor vida. Cada kilómetro recorrido, cada amanecer en una ciudad distinta y cada momento compartido sobre la moto son testigos de una historia de amor, desapego y libertad que apenas comienza.

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