A 10 meses del desastre en Los Nihuiles el futuro sigue lleno de signos de pregunta
- Editor Digital
- 14 nov
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A diez meses de la tormenta que dañó gravemente las centrales 2 y 3 del complejo Los Nihuiles, el sistema hidroeléctrico más importante del sur mendocino sigue navegando entre la emergencia y la incertidumbre.

La Ley 9630, vigente desde mayo, declaró en emergencia al sistema por 14 meses y dio un marco legal para sostener la operación mientras se revisa el contrato actual y se define quién tomará las riendas de la concesión.
Durante este período, HINISA continúa al frente del complejo del Atuel y HIDISA opera sobre el Diamante, pero bajo controles más estrictos y con la posibilidad de contrataciones directas para asegurar mantenimiento y reparaciones.
La norma también habilita al Ejecutivo a licitar ambos sistemas —incluso de manera conjunta— por hasta 30 años, debiendo informar cada 90 días a la Legislatura sobre los avances del proceso.
Con ocho meses aún por delante y una infraestructura golpeada por eventos climáticos extremos, el panorama es todo menos claro.
Entre daños pendientes, decisiones políticas en marcha y un futuro concesionario todavía indefinido, el sur mendocino espera respuestas sobre un recurso estratégico que define energía, producción y desarrollo en toda la región.
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